Como no poseo vehículo propio utilicé el metro y cual fue mi sorpresa al salir de la estación y encontrarme un cartel indicando la dirección de la feria, cosa que agradecí enormemente ya que era la primera vez que me adentraba en esos parajes.
Al llegar a las puertas entré en un espacio diáfano bañado por la luz de las altas ventanas que rodeaban todo el recinto. En este espacio se expandían ordenadamente 36 galerías en el “Programa General”, 10 galerías pertenecientes a “Young Art”, 17 a “One Proyect” con una única propuesta, muy original, y finalmente la zona destinada a “Art Edition” con 2 galerías, 2 editoriales y 9 publicaciones.
Es una feria muy bien organizada y publicitada, se aprecia la experiencia de las últimas seis ediciones tanto en el criterio a la hora de seleccionar galerías y obras como por la labor de montaje de los espacios. Lo único que desmerecía algunas obras era el hecho de que la luz que entraba por las ventanas se reflejaba directamente sobre las que estaban más cerca a estas haciendo difícil su completa apreciación.
Todo se desarrolla en un entorno más bien tradicional: suelo moquetado, propuestas poco arriesgadas, artistas consagrados en la mayoría de los espacios y precios varios tirando para arriba. Las galerías son en su mayoría de procedencia española pero también hay algunas foráneas: Portugal, Suecia, Alemania y Cuba.
(Foto:Jesús Curiá,Gal. El Quatre)
Las galerías españolas que forman esta feria, en su mayoría, fueron las rechazadas por ARCO hace ya algunos años y menos mal que fue así ya que han salido ganando. Forman una feria compacta y uniforme llena de calidad, aunque no de variedad.
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