El lunes pasado tuve la suerte de visitar la magnífica
exposición que tiene la Fundación MAPFRE en Recoletos: Ernst Ludwig Kirchner (26 mayo/2 septiembre 2012)
Como buena Historiadora del Arte ya conocía la trayectoria
de este magnífico artista alemán perteneciente al movimiento expresionista “ El
Puente” que se desarrollo en la Alemania previa a la I Guerra Mundial, concretamente en
Dresde, y que se centran sobre todo en el color.
La muestra sigue un orden cronológico que nos permite ver la
evolución artística de Kirchner, esta va intrínsecamente unida a los
acontecimientos tanto políticos como socioeconómicos de la época y que influyen
en su personalidad, que tiende a lo
melancólico.
La exposición se divide en cinco etapas que coinciden
principalmente con los cambios de residencia del artista. Esta se compone de
pinturas, obra sobre papel, esculturas y fotografías. En todas ellas se
reconoce la esencia de Kirchner y su buen hacer.
Personalmente me sorprendieron bastante las diferentes
esculturas en madera ya que era una faceta de este artista que no conocía, al
igual que las fotografías, que son un claro ejemplo de su concepción del arte expuesta anteriormente en sus pinturas y dibujos.
Las obras de sus primeras etapas están marcadas por líneas
angulosas y gruesas que forman las figuras y separan los colores explosivos de
estas. En los últimos periodos ya la línea se suaviza y los colores se hacen
más brillantes y delicados, esto coincide con su establecimiento en Davos (Suiza)
donde acabará suicidándose en 1938.
Pude contemplar algunas obras de este artista en la
exposición “¡1914! La Vanguardia y la Gran Guerra” en el Museo Thyssen(octubre
2008/enero 2009) pero, sin duda, el concepto de Kirchner como artista
individual queda totalmente revelado en esta muestra.